Integrantes del colectivo Resistencia Civil Pacífica llevaron el presunto cuerpo de un activista dentro de un ataúd, cuya última voluntad era participar en una protesta.

“El amigo Poncho estuvo preso, fue un preso político nueve años, salió hace un año y fue víctima de una fabricación de carpeta, y su último deseo fue venir a protestar aquí, su última petición fue estar de cuerpo presente en una manifestación”, explicó a los medios Ángel García.

Aseguró que Alfonso ‘N’, (un pseudónimo, pues el entrevistado prefirió reservar la identidad), falleció el domingo como resultado de una insuficiencia renal.

El ataúd de madera se colocó frente a la puerta central de Palacio Nacional, y estuvo envuelto en plástico sobre una tela negra. Los presentes aseguraron que lo trasladaron en una carroza.

García dijo que la protesta fue para demandar la liberación del activista Irving García Suárez, detenido en Jilotepec Estado de México, quien aseguró ha denunciado corrupción en el gobierno municipal de Toluca.

Exigen a Sedena comprobar que no espía a periodistas y activistas

La semana pasada, la Red en Defensa de los Derechos Digitales (R3D), Artículo 19 y Social Tic exigieron al gobierno y a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) presentar pruebas que contradigan su informe Ejército Espía.

Con su publicación, las entidades aseguraron que las Fuerzas Armadas intervinieron el celular de dos periodistas y un activista de derechos humanos. Sin embargo, tanto el ejército como el Gobierno federal negaron los hechos.

Por esta razón, las organizaciones insistieron que “la Sedena no desvirtúa de forma alguna lo publicado en la investigación ‘Ejército Espía’”. Es decir, “no refuta dos hechos comprobados con diversos documentos, cuya autenticidad no ha sido puesta en duda”.